¿Qué es una flor preservada?
Las flores preservadas se cortan en su momento óptimo de floración y se llevan a los laboratorios en los que las someterán a un tratamiento que puede prolongarse entre una y tres semanas. Este tratamiento consiste en la inyección de glicerinas vegetales ( y por tanto, biodegradables), sustratos y colorantes que varían según la especie y paraliza el proceso natural de oxidación de la flor, permitiendo así que ésta conserve su apariencia de “recién cortada”. Todas las flores no pueden soportar este proceso, con lo cual, todas las flores no pueden preservarse. Gracias a este procedimiento de “preservación”, podemos conservar un trabajo floral durante décadas si realizamos un sencillo mantenimiento adecuado.
¿En qué consiste?
Es muy sencillo. Únicamente debemos evitar que a flor reciba luz directa, alejarla del agua y limpiar el polvo que se deposite con un secador a mínima potencia. ¿Qué ventajas tienen respecto a las flores naturales? Obviamente, su durabilidad. Podemos conservar nuestro ramo de novia, centro o complemento por décadas con la apariencia del primer día. Que puedas usar tu ramo de novia para las fotos de la postboda o que tu madre conserve el centro que le regalaste por su cumpleaños durante décadas es una realidad.
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